cabecero4

cabecero4

martes, 4 de junio de 2024

POR QUÉ NO VOTARÉ A LA IZQUIERDA

 

No somos pocos los votantes y exvotantes descontentos con la izquierda alternativa española y el papel que ha estado jugando durante los últimos años. Es algo cuantificable viendo la sangría de votos que han venido sufriendo Podemos y Sumar, así como Unidas Podemos en su época. La sangría también ha sido en militantes, aunque ciertas cúpulas quieran mantener guardado el secreto del número de bajas. Y, antes de seguir y por si no resultase obvio, debo aclarar que no incluyo al PSOE en la llamada izquierda alternativa española.

No voy a hacer un análisis científico y pormenorizado de las causas del hundimiento del llamado “espacio a la izquierda del PSOE”, sino explicar brevemente los que yo creo que han sido los grandes errores de esa izquierda, que yo agrupo y resumo en dos. Puedo opinar, pero no leer la mente de todos aquellos que tomaron la decisión de dejar de votar a estos partidos. Y, como exmilitante del PCE y de IU, mi mirada tiene su alcance pero también su sesgo.

El primer error que quiero destacar es el de la desnaturalización de la izquierda. La izquierda ha mutado, ha dejado de ser lo que era a nivel fundamental, en algo tan básico como defender los intereses de los trabajadores. Ciertos intelectuales supuestamente de izquierdas, de una línea ideológica que brota en Francia y que fructifica en Estados Unidos, decidieron que la revolución proletaria era imposible y que había que centrarse en cambios más “realizables”, como transformaciones a nivel cultural, de ideología de masas. Así surge el feminismo hoy en día hegemónico, el feminismo posmoderno de tercera ola. Feminismo que fue abrazado acríticamente por la izquierda a pesar de sus defectos, o más bien de sus excesos. Hubo un fenómeno que supongo que algún día se estudiará en las facultades de sociología o de antropología, y no fue otro que el de haber montado una carrera para ver quién era más feminista, con posicionamientos, teorías y eslóganes cada vez más sectarios. Si no seguías esta deriva fanática, eras un fascista. El PCE, IU, Podemos… Fueron parte de esa carrera demencial y la alimentaron. Y hemos acabado con una pelea gritona entre el sector/secta queer y el feminismo radical.

Los trabajadores fueron siempre la base social de la izquierda, y ahora la izquierda decidió que era buena idea dejar de lado cuestiones económicas, sociales y laborales para centrarse en señalar a los hombres como opresores salvajes con instinto violador, en decir que todo lo masculino es perverso y ha de ser destruido, poner cupos en todas las áreas de la vida, forzar el lenguaje inclusivo o querer instaurar sandeces como que el sexo es algo autoasignado en base a emociones. Por no hablar del atentado contra el derecho y la igualdad que supone la Ley Integral de Violencia de Género, defendida en base al bulo de que las denuncias falsas no existen.

Es decir, al obrero se le mandan mensajes en los que se le ataca o que consisten en chorradas posmodernas que no afectan a su día a día. ¿Dónde está la izquierda de la lucha obrera y popular? ¿La izquierda que señala a los verdaderos opresores, los capitalistas? Pues, como digo, se ha desnaturalizado, ha dejado de ser izquierda como tal. Como el PSOE, pero por una senda mucho más tramposa y maquillada.

El segundo error de esta izquierda ha sido, a mi juicio, su extrema timidez a la hora de implementar políticas transformadoras. No han hecho cambios relevantes, han sido muy blandos y no han conseguido hacer que el PSOE haga políticas más de izquierdas de lo “normal”.

Hay que recordar que el objetivo de IU y Podemos a la hora de pactar con el PSOE era presionarle para que hiciera políticas más radicales y así “marcar la diferencia”. De ese modo conseguirían ganar el favor de los votantes de izquierdas, tener más apoyo electoral y, por consiguiente, tener cada vez mayor influencia en el gobierno hasta tomarlo en sus manos y cambiar radicalmente el país (poniéndolo rumbo al socialismo en el caso del programa de IU).

Aunque es cierto que el pacto de gobierno firmado con el PSOE iba (al menos en parte) en esa dirección, en la práctica ha sido un fracaso monumental. Se han pasado los acuerdos por el arco del triunfo. No derogaron la reforma laboral de 2012, no regularon el mercado del alquiler, vendieron al pueblo saharaui, no derogaron la Ley Mordaza… ¿Qué han conseguido? ¿Hacer una reforma laboral aplaudida por la CEOE y por liberales de referencia como Juan Ramón Rallo? ¿Apoyar el envío de armamento a Ucrania, que tiene ilegalizados a los partidos de izquierdas?

Lo único de cierto “calado” que han conseguido ha sido aprobar la Ley Trans, una basura inmunda que disuelve el concepto de mujer, un ataque contra la ciencia y contra la infancia y que encima ha abierto una profunda brecha en el seno del movimiento feminista. Este es el legado, en los hechos, de Unidas Podemos y de su entorno. No amenazaron al PSOE con romper el gobierno para que se derogase la reforma laboral o la Ley Mordaza. Pero amenazaron para que saliese esta infame Ley Trans. Les preocupa más la agenda queer que los derechos laborales, anteponen su ideología posmoderna a sus supuestas ideas revolucionarias.

Unidas Podemos, y después Sumar, han sido un partido muleta, los tontos útiles del PSOE. Tanto criticar siempre al PSOE como una falsa izquierda, una izquierda traidora, para luego salvarles el culo en las elecciones y regalarles el gobierno a cambio de nada salvo una ley absurda desde el punto de vista del pensamiento racional.

Ellos se han convertido en la izquierda traidora que juraron destruir. Y algo así debe ser castigado de manera severa, y que les sirva de lección. En la URSS fue común obligar a los acusados de traición a hacer autocrítica, a reconocer y enumerar sus errores. Hacerlo era su salvación. En la España actual las cosas no son muy distintas: los partidos de la izquierda alternativa, como traidores a la causa de la clase trabajadora, deben hacer una profunda autocrítica, de lo contrario desaparecerán. Pero no por ser purgados como en la URSS, sino por ser abandonados por esa misma clase trabajadora.


No hay comentarios:

Publicar un comentario